So kann die Seele nicht zur Freiheit des Geistes gelangen, die mit der Gottvereinigung gegeben ist; denn Knechtschaft und Freiheit sind durchaus unvereinbar. Freiheit kann nicht in einem Liebhabereien unterworfenen Herzen wohnen, denn dies ist ein Sklavenherz, sondern nur in einem freien Herzen, denn dies ist ein Kindesherz. Darum sagt Sarah ihrem Gatten Abraham, er möge die Magd mit dem Sohne fortjagen; der Sohn der Sklavin dürfe nicht Erbe sein mit dem Sohn der Freien (Gn 21, 10).
Johannes vom Kreuz, Empor den Karmelberg, Einsiedeln (2003)
Übertragung von Oda Schneider
*****
6. Y todo el señorío y libertad del mundo, comparado con la libertad y señorío del espíritu de Dios, es suma servidumbre, y angustia, y cautiverio. Por tanto, el alma que se enamora de mayorías, o de otros tales oficios, y de las libertades de su apetito, delante de Dios es tenido y tratado no como hijo, sino como bajo esclavo y cautivo, por no haber querido el tomar su santa doctrina, en que nos enseña que el que quisiere ser mayor sea menor, y el que quisiere ser menor sea el mayor (Lc. 22, 26).
Y, por tanto, no podrá el alma llegar a la real libertad del espíritu, que se alcanza en su divina unión, porque la servidumbre ninguna parte puede tener con la libertad, la cual no puede morar en el corazón sujeto a quereres, porque este es corazón de esclavo, sino en el libre, porque es corazón de hijo. Y esta es la causa por que Sara dijo a su marido Abraham que echase fuera a la esclava y a su hijo, diciendo que no había de ser heredero el hijo de la esclava con el hijo de la libre (Gn. 21, 10).
Y, por tanto, no podrá el alma llegar a la real libertad del espíritu, que se alcanza en su divina unión, porque la servidumbre ninguna parte puede tener con la libertad, la cual no puede morar en el corazón sujeto a quereres, porque este es corazón de esclavo, sino en el libre, porque es corazón de hijo. Y esta es la causa por que Sara dijo a su marido Abraham que echase fuera a la esclava y a su hijo, diciendo que no había de ser heredero el hijo de la esclava con el hijo de la libre (Gn. 21, 10).
Keine Kommentare:
Kommentar veröffentlichen
Hinweis: Nur ein Mitglied dieses Blogs kann Kommentare posten.